¿CÓMO CAMBIAR LA VÁLVULA DE UNA LLANTA?

Una válvula consta de tres partes

• El cuerpo, hecho de hule y con ranuras para enroscar el tapón.

• El tapón.

• El núcleo, que parece una varilla metálica, y que está en el centro del cuerpo (la parte roja es la junta).
  
  
  

Una válvula siempre debe tener un tapón para evitar la pérdida de aire. Por lo tanto, si ves que una de tus válvulas ya no tiene tapón, es imprescindible sustituirla.

Hay dos situaciones en las que es necesaria la sustitución valvular.

1 - Al cambiar una llanta

La operación de sustitución de la válvula se realiza siempre al instalar una llanta nueva.

• Si se trata de una válvula de hule, se corta y se sustituye por una nueva.

• Si se trata de una válvula TPMS (sistema de control de la presión de las llantas) electrónica, es decir, con sensor de presión, no se sustituye toda la válvula, sino solo la junta interior para mantener la estanqueidad.
  

2 - Cuando la válvula de la llanta es porosa

En el caso de una pérdida de presión lenta, puede haber porosidad en la propia válvula o en el núcleo del interior de la válvula. Esto no es frecuente, pero puede ocurrir.

Esta porosidad compromete la estanqueidad, provoca una pérdida anormal de aire y, por lo tanto, requiere la sustitución de la válvula, aunque la llanta siga en buen estado.

¿Por qué ocurre esto?

Parte de la válvula está hecha de caucho. A medida que envejece, este material pierde sus propiedades de sellado. Por eso se recomienda cambiar la válvula siempre que se sustituya la llanta.

Pero puede ser necesario cambiar la válvula antes de que la llanta llegue al final de su vida útil. Por ejemplo, si sólo se realizan trayectos cortos en ciudad, la llanta se desgasta poco con el paso de los años, pero el envejecimiento de la goma de la válvula puede hacer que se vuelva porosa con el paso de los años. En este caso, la válvula debe sustituirse antes de cambiar de llanta para evitar la pérdida de presión.

¿Cómo saber si la válvula de la llanta es porosa?

En cualquier caso, es esencial comprobar regularmente la presión de tus llantas.

• Si no notas ninguna pérdida de presión anormal, la válvula sigue estando bien.

• Si, por el contrario, se produce una pérdida anormal de presión, la estanqueidad de la válvula puede ser dudosa (también puede haber otros motivos, como una ponchada).
  
  
  

En este segundo caso, haz que un profesional revise tu llanta. Si comprueba que la válvula está porosa mientras la llanta sigue en buen estado, se limitará a sustituir la válvula.

Un pequeño truco para saber si la válvula es porosa:

Asegúrate de que el tapón está bien enroscado y mueva la válvula de un lado a otro. Si oyes pequeños ruidos de aire que se escapa, es porosa.

También puedes mojar la válvula con agua jabonosa antes de menearla: si hay una fuga de aire, aparecerá en forma de pequeñas burbujas.

El procedimiento de sustitución valvular requiere dos cosas:

• Saber cómo hacerlo,

• Estar equipado con los accesorios y máquinas utilizados por los profesionales para desmontar la llanta, sustituir la válvula (o la junta interior si se trata de una válvula electrónica), ajustar el equilibrado de la rueda según la información transmitida por una máquina diseñada a tal efecto.

Sin estos conocimientos y equipamiento, sustituir una válvula puede ser arriesgado y constituir un riesgo en la carretera. Por eso te recomendamos que lleves la sustitución de la válvula de tu llanta a un profesional. Para encontrar uno cerca de ti, puede utilizar nuestra herramienta a continuación: